Mordió la manzana, la que sabía de los motivos
De la desesperación, de muchos hombres.
Y se tatuó un reptil
Para caminar por una ciudad febril
Para beber de ti y de mí
Para consolar de alguna manera
También su perfil
Llantos de sirena y dos amantes sin juicio de corazón
Con bastante alcohol, que nubló
El sentir
Bolso ajado de colgar en muchos volantes
Y el vaho en los cristales
Con las luces del alba del deshonor
Caminando dos y una por el escote de la ciudad
Pensando que esto no debió pasar
Sin jugar a los chinos en el bar
Por fin hoy no queda Shakira que bailar
Cuando hablaron los papeles
Mi amigo contigo se casó
No más infiernos de primaveras
No más bocadillos al lado del Pub
Ni cubatas con pelo, de perros en celo
Tu imagen de madre, ahora soltera no tiene que ser
Un desolado paisaje de rojo cielo
Yo disfruto del calor de la estufa
Tú del camino de la que pare
Él ha vuelto a lo mismo
Que las ventanas de los todo a cien
Abren todos los días, menos en los que un día
Esos tres inconscientes
Fueron relato de intriga
En el recuerdo de esta mala melodía.
Poesía Manu Cueva.
2 comentarios:
como un circulo vicioso, así de cierto.
Que gira,...da vueltas y nunca me deja en paz.
Saludos mareados.
Publicar un comentario