miércoles, 16 de mayo de 2012

Sed de voces ardientes.


Se olvida... lo que tiene que decir.

Dentro de un teatro
En un lugar sin cisnes

Sale ella a parodiar
Con su sentido de la divinidad, un lugar roto
Que no pretende ser de foto
En el que vendría
A divertir e incluso

Diversificar el sentir, de su alma
Proyectándola a su pedacito de mundo
Como mundo resulto su propio globo

De farolas estrelladas
De puertas con cerradura de plata
De amores de camisa de Prada
Con música electro-mecanizada

Surge y en las tinieblas de su camerino
Deja tres lágrimas
Dos por los deseos perdidos
Una por los nervios contenidos
Piernas de alabastro teñidas de azúcar
Que soportan el peso de la Luna
Sobre sus finos hombros ardientes

Ninguna otra estrella, confesará
Lo que en el escenario ella siente…
Ni  Platón ni Tales de Mileto
Ni Sócrates ni Heráclito de Efeso

Que estos cuatro filósofos griegos, nunca resuciten con su filosofía
Lo que esta mujer, transforma

Con la sintonía de su corazón y garganta
A un espectáculo
Mudo

De ladrones de karma
Cuya voz no suena

Si no que engancha, que pulveriza, que trastoca, que denota…
Que hay universos del alma
En los que el hombre y la mujer se pierden
Que no llegan nunca
Pero por algún motivo

Gracias a ella sienten,… que los tocan.
Poesía Manu cueva

2 comentarios:

Brenda Castillo dijo...

mágica, que con pocas herramientas hace sentir.
Y yo quiero un ladrón de karmas, por favor.

Feliz de estar acá, no te hallaba.
Saludos afectuosos

Masunodos dijo...

Feliz de encontrarte de nuevo, ladrones de karma...jeje tienes mas de uno seguro, pero tu karma es inmenso.

Abrazos.