martes, 26 de marzo de 2013

Desvelos etílicos.


Verdes valles
Efímeras gaviotas
En el etílico deambular de tu espalda

Noches inconexas
Duelo de hadas

Más allá de la embriaguez de tu mirada

Morena sonriente
Esclava dorada
Te quiero más allá
De las leyes dadas

Ojos extremadamente negros
Flor añil de mil rosas
Fluye en nuestro desdén
Desorden y causas

Velo por el pliegue de una mueca
De ti mi dama esbelta

Oscura como todas
Abierta y soleada

Para pensar que juegas
Con mi corazón de madrugada
Si por escribirte poesía maricón me llaman
Prefiero sollozarte y dormir en tu almohada

Y surgen duendes trasgos y algún troll
Que de la imaginación surgieron murallas

Tras el peso acorde del alcohol
Un mundo se abrió
Se cierra la amarga lucha de un lugar sin ti
Donde otros al verme contigo, claman venganza

Pero si por solo amarte fuera
Con todo lo que eso conlleva

Que el dinero arda
Porque la vida quema

Que la música no frene
Hasta que la tierra tiemble
En ese esplendor de losa de cera
Que derrite una pena
De aire, agua y pena

Como aquel esoterismo de las quimeras
El de los cientos de bares que venden
Cerveza, barrejat y almejas

Tan borracho de tus caderas
Semblantes a las de las estatuas de las diosas griegas
Como columnas blancas
Pulidas y esbeltas.
Poesía Manu Cueva Poveda.

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