Fruta fresca y verdura recién cogida
en su cuerpo una fina tela de flores
que le da libertad con trabas
lo que para otros es un vestido
para otras resulta mantel de fina sábana
en una escultura esbelta de una cita de colores
entre calabazas, romero y cayena
tienda de mil sabores
Eloísa remueve la fruta fresca
mientras ellas buscan con prudencia
en un puesto de verduras
de una aparente inocencia
Llegan repartidores con cajas
a los que Eloísa recibe con fina risa
y recibe fresas
aguacates
y cajas de peras dulces
en un mar de lechugas en los que siempre caen
varios caracoles
Las vecinas la comentan
cuál es el precio de las gardenias
señoras les contesto
yo no vendo flores y si alguien se embriaga
no es culpa de la intención
donde hay buena presencia
siempre parece
que la fruta y la verdura está más fresca
pero sus comentarios pican
y si les parece
no se molesten en hacer mal
si me llaman para el desayuno
piensen que este mundo está
loco de atar y que no importan razones
si no las sumas y las restas
de las emociones
Y le dicen las vecinas
Eloísa, Eloísa
siempre te traen
las mejores partidas
de melones y cebollas tiernas
Todas recién cogidas
mientras en tu casa
sigues sola
y a la vez
mucho más viva
Eloísa, Eloísa
como la fuente del pueblo
eres sin querer
el centro de nuestra
vida
Poesía Manu Cueva.
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