viernes, 8 de noviembre de 2013

Las cartas que no debes mirar.

Comer rosas con un tenedor
Y vomitar gaviotas
En un mar de congestión

Publicar un deseo oculto
Para nublar la razón

Mimar al amante
A tenor
De vientos a favor
Sin pensar que otros
No morderán jamás
El tierno melocotón

Tensar la cuerda de los ahorcados
Para recoger monedas
En un cielo de barro
Donde solo llueve
Orquestas con la música
De partituras interpuestas
Y melancólicos
Que gritan
¡Llevarlos al paredón!

Caminar con el cuello cabizbajo
Para no saltar
Cuando se oye otra explosión
De otro motor a reacción

Ver como el suelo clama
Con olores azufrados
Almas y más almas
De atufada plenitud

Escuchar a las cigarras
En los pinos requemados
Para ver como el agua salta
De suelo agrietado
En suelo agrietado
Para bañar los pies destrozados
De los que limpian el brozar

Mirar desde un acantilado
La tele desenchufada pero encendida
Que algunos llevan encima
Como un rosario
Al que no dejan de
Peregrinar

Escribir y no mirar hacia ningún lado
Es la poesía de los barcos
La política que deja rastro
En alcantarillas y muros de alabastro
En corazones ahogados
Y en el humo tóxico
De la
Ciudad.

Poesía Manu Cueva.

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