domingo, 23 de marzo de 2014

Aromas y fantasmas.

Como el niño que fuimos
Retorna a la vejez
Y la Luna nos recuerda la miel
Hay pérdidas que nos pueden enloquecer
Y al mismo tiempo volver acompañadas
Con el aroma del jazmín al anochecer

Fantasmas que vuelven con un olor agradable e intenso
Que nos hacen olvidar
El dolor que nos produjeron
Cuando se fueron
Cuando al marcharse sin aviso
Hicieron maletas
Para llevarse
Parte de nuestro ser
Para presentarle como unas fotos a alguien
¿Dios? ¿El Destino… un ángel?
Lo que él supo hacer
El trabajo que palió
E hizo disfrutar
En su camino
Desde el nacer
Al anochecer
Donde la Luna brillará
Sin mentiras
Donde el día se mueve con el agua
En un juego de niñez
Como el jazmín endulza el aire
En la noche

Con sus alas invisibles
Permitirá creer
Que ellos han vuelto otra vez
Que no se han perdido en la nada
Familiares, amigos amantes
Que la muerte
Solo es un paso
De un tren.

Poesía Manu Cueva.

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