Rezaba todos los días
Por encontrar una mujer
Como ella
Iba a misa
Y se postraba
Ha hacer ofrendas
Y demás pleitesía
Una noche estrellada
Se encontró en el frío suelo
Una extraña dama
Toda vestida
De látex y cuero
El preocupado
La cogió y la atendió
En sus brazos
No pudo evitar cuando
Abrió los ojos
Exclamar que guapa era
Y ella le vomitó
Todos los restos de alcohol
En la entrepierna
Suavemente ella le dijo
Cabrón de mierda
Llévame a mi cama
Que estoy enferma
Y el de los brazos
La cogió
Sintiendo su corazón
Latir
Mientras miraba
Las
Estrellas.
Poesía manu cueva.
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