Un primaveral día
En el aire
El polen fluía
Las dos amigas
Se sentaron
En la fresca hierba
Bajo un sol que relucía
Elba era rubia
Con pantalones cortos
Y camiseta corta
Con la que lucía
Su abdomen esculpido
Cuya imagen no era
Para el olvido
Y Telva más recatada
Su falda hasta los tobillos
Y una gran blusa
Moteada
Coronada por un gran
Crucifijo
Que día más apacible
Hasta que la luz cambio
La luz que tenía Telva en
Su mirada
Veía a su amiga
Y de repente la respiración
Se le entrecortaba
El vello de sus brazos se
Erizaba cambiándole el color
De los ojos por
Brillos color malva
Telva estaba erotizada
Y sufría de un delicioso
Hormigueo que la
Entonaba
Y su mente comenzó a volar
Mientras con fuerza
El crucifijo sujetaba
Hasta que marcaba la piel
De las manos
Por la fuerza que empleaba
Elba miraba al cielo
Sin percatarse de nada
Mientras Telva estaba
Como hipnotizada
Por un momento pensó
Esto es lo que deben sentir los hombres
Y en su mente se escandalizó
Veía a su amiga radiante
Bajo el Sol
Y un gemido de placer
De repente se escuchó
Elba pronunció
¿Qué es lo que pasa?
Y cuando se giró
Vio a Telva emprender la huida
Monte arriba
Muerta de vergüenza
Corría y corría
Porque algo parecido
Al orgasmo
Sentía y sentía.
Poesía manu cueva
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